Los kiwis, frutas originarias de China, han conquistado el mundo gracias a su delicioso sabor y sus múltiples beneficios para la salud. Si te preguntas si realmente funcionan, sigue leyendo este artículo para descubrir las propiedades que los hacen ideales para el cuidado de la piel y el cabello. Matizar que la información que encontrarás en este post, la hemos sacado de los mejores productores de kiwi, en concreto de la web de Zespri Italia, de una de sus páginas que os recomendamos que ojeéis si tenéis un momento, llamada «produttori di kiwi in Italia«, donde podréis profundizar más en el tema. Además, también tienen artículos de blog y recetas con kiwi para que conozcáis formas de ingerir esta increíble fruta.
Propiedades del kiwi en la industria de la belleza
Los kiwis son ricos en vitamina C, vitamina E, antioxidantes y enzimas, que aportan beneficios significativos a la piel. Cada uno de estos componentes resulta de utilidad para la piel.
Vitamina C: potente antioxidante
La vitamina C es un poderoso antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro de la piel. Además, estimula la producción de colágeno, mejorando la elasticidad y firmeza de la piel.
La aplicación de productos cosméticos que contengan kiwi puede reducir la apariencia de arrugas y líneas finas.
Vitamina E: hidratación y protección
La vitamina E es otro antioxidante esencial para la salud de la piel. Ayuda a proteger la piel de los daños causados por la exposición al sol, la contaminación y otros factores externos.
Además, la vitamina E es un excelente hidratante que mejora la retención de agua en la piel, dejándola suave y tersa.
Enzimas: exfoliación natural
Los kiwis contienen enzimas como la actinidina, que actúan como exfoliantes naturales. Estas enzimas eliminan suavemente las células muertas de la piel, mejorando su textura y dejando un aspecto más luminoso y saludable.
Beneficios del kiwi para el cabello
El kiwi también es beneficioso para el cuidado del cabello. Sus nutrientes y antioxidantes pueden mejorar la salud del cuero cabelludo y fortalecer los folículos capilares.
Estimulación del crecimiento del cabello
Los kiwis son ricos en minerales como el zinc, magnesio y fósforo, que contribuyen a fortalecer el cabello y estimular su crecimiento. Además, la vitamina C presente en el kiwi mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece el crecimiento de un cabello más fuerte y saludable.
Combate la caspa y la sequedad
Es eficaz para combatir la caspa y la sequedad del cuero cabelludo. Sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias ayudan a mantener el cuero cabelludo limpio y libre de irritaciones.
La vitamina E en el kiwi también mantiene el cuero cabelludo hidratado, previniendo la sequedad y la descamación.
Cómo incorporar el kiwi en tu rutina de belleza
Existen diversas maneras de aprovechar los beneficios del kiwi en tu rutina de belleza y las siguientes son las opciones más recomendadas por su efectividad y por ser fáciles de aplicar.
Mascarillas caseras
Una opción fácil y económica es preparar mascarillas caseras con kiwi. Para el cuidado de la piel, puedes mezclar kiwi triturado con yogur natural y miel, aplicar la mezcla sobre el rostro y dejar actuar durante 15-20 minutos antes de enjuagar con agua tibia.
Para el cabello, mezcla kiwi triturado con aceite de coco y masajea la mezcla en el cuero cabelludo y cabello. Déjalo actuar durante 30 minutos antes de lavar tu cabello como de costumbre. Esta mascarilla ayuda a combatir la caspa y a hidratar el cabello.
Productos cosméticos con kiwi
Cada vez más marcas de cosméticos incluyen el kiwi en sus productos debido a sus propiedades beneficiosas. Puedes encontrar cremas faciales, exfoliantes, champús y acondicionadores enriquecidos con extracto de kiwi o aceite de semilla de kiwi.
Asegúrate de leer las etiquetas y elegir productos de buena calidad y con una concentración adecuada de ingredientes activos, para aprovechar al máximo los beneficios del kiwi.
Contraindicaciones del kiwi en el cuidado de la piel y la belleza
Aunque el kiwi es conocido por sus numerosos beneficios en la industria de la belleza, también existen algunas contraindicaciones que debes tener en cuenta antes de utilizarlo en tu rutina de cuidado de la piel.
Reacciones alérgicas
Una de las principales preocupaciones al utilizar productos naturales, como el kiwi, en el cuidado de la piel es el riesgo de reacciones alérgicas.
Algunas personas pueden ser alérgicas a los componentes del kiwi, como las proteínas de la fruta o la actinidina, lo que podría desencadenar irritación, enrojecimiento, picazón o incluso urticaria en la piel.
Si sospechas que podrías ser alérgico al kiwi, es aconsejable realizar una prueba de parche en una pequeña área de la piel antes de aplicarlo en todo el rostro o el cuerpo.
Sensibilidad cutánea
El kiwi contiene enzimas exfoliantes que pueden ser demasiado potentes para personas con piel sensible. La exfoliación excesiva puede provocar sequedad, irritación y enrojecimiento en la piel.
Si tienes una piel propensa a la sensibilidad o afecciones cutáneas como rosácea o eccema, es importante ser cauteloso al utilizar productos con kiwi y optar por aquellos con una concentración más baja de enzimas o evitarlos por completo.
Fototoxicidad
Aunque es raro, algunos ingredientes naturales pueden causar fototoxicidad, es decir, una reacción adversa en la piel cuando se expone a la luz solar.
El kiwi, no es fototóxico por sí solo, sin embargo, si se combina con otros ingredientes fotosensibles, como los aceites esenciales de cítricos, puede aumentar el riesgo de quemaduras solares o hiperpigmentación.
Si utilizas productos con kiwi en tu rutina de belleza, asegúrate de aplicar protector solar adecuado antes de salir al sol.
Interacción con otros productos
Algunos ingredientes en los productos de belleza pueden interactuar negativamente con los componentes del kiwi, reduciendo su eficacia o causando irritación en la piel.
Es fundamental leer las etiquetas y tener en cuenta las posibles interacciones al combinar productos con kiwi y otros ingredientes activos.
